Albarracín. VOL 2

Este viaje ha marcado un inicio, pero no un fin. Albarracín nos ha abierto los sentidos; no solo los ojos, ni las yemas, también nuestra forma de vida. Tras 4 días de bloqueo y fanatismo, de colegueo y compañerismo, de magnesieo y de secar y secar presas (deberíamos tener un sponsor de magnesio), tras 4 días de compartir crash-pad con “desconocidos”, compartir espacios y futuras piedras ascencibles, nos hemos convertido en mutantes del medio.

Al amanecer del segundo día, a 2º C (calor), y después de calentar en un par de bloques; Fisura 6b (sector Parking) al 2º pegue y una travesía de 6a, por parte de Irina, en el mismo sitio, nos encontramos con dos malagueños (Moreno y Curro), dos bloqueros de pura cepa, que tras varios días de viaje llegan a Albarracín para dejarse piel y alma en la arenisca del santuario nacional.

La lluvia hace acto de presencia, lo que nos obliga a refugiarnos en techos atléticos, y de paso, nos ayuda a compartir tierra seca con los “malaguitas”.

Al final del día lluvioso podemos apuntar unas cuantas líneas improvisadas a nuestra libreta, mientras el resto de bloqueros se retira a sus aposentos. Por mi parte encadeno dos 6b en el Sector Parking, antes de comer, y un 6b+ de travesía con la barriga llena (con un cierre invertido básico para encadenar). Luego nos liamos a sacar otra travesía de 6c en la otra dirección, con una salida muy dura que no se la puede llevar nadie. La humedad no perdona.

Para terminar la sesión, nos metemos en un proyecto (de 7a en el día de hoy) que no conseguimos sacar, aunque me quedo en el último paso dejándomelo todo! Ya sin luz nos retiramos.